14 de enero de 2020

Asesinas Seriales de Néstor Durigon

Información:
Título: Asesinas seriales
Autor: Néstor Durigon
Clasificación: Investigación periodística/histórica.
Año de publicación: 2015
Páginas: 400
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978-987-627-511-8
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Si bien desde los comienzos de la Humanidad la mayor parte de los asesinatos en serie fueron cometidos por hombres, las mujeres no han sido precisamente unas inexpertas en el arte de matar. Actuando siempre a sangre fría, han demostrado ser impiadosas en sus actos criminales y poseer la mente más perversa a la hora de elucubrarlos.
Astutas, mañosas, deliberadas, meticulosas, a diferencia de sus contrapartes masculinas las asesinas seriales son mucho más sutiles a la hora de concretar sus crímenes. Proyectan sus acciones tan minuciosamente que causan una total desorientación entre los investigadores que pretenden atraparlas. Debido a su menor fuerza física, no van en busca de sus víctimas, sino que las atraen –de hecho suelen definirlas como mujeres arañas.
Cuando matan no acostumbran emplear armas de fuego y raramente se valen de las blancas. Prefieren métodos más discretos y sencillos como la asfixia, el hábil montaje de accidentes domésticos o el veneno –en especial el arsénico que no deja huellas ni rastros de sangre–, aunque nunca hay que descartar por completo a quienes no dudan en valerse de hachas, cuchillos, pistolas y cualquier otro recurso efectivo que se encuentre al alcance de sus manos. Sus móviles son muy variados. Abarcan los celos, la avaricia, el poder, la venganza e incluso, como la Mantis religiosa, la eliminación de su pareja después de gozar de ella.

Este libro es el resultado de una exhaustiva investigación que documenta cronológicamente la historia de las 50 asesinas en serie más trascendentes de todos los tiempos. Abarcando desde las viudas negras, los ángeles de la muerte y las predadoras sexuales, hasta las que mataron con motivos inexplicables. Una recopilación estremecedora que nos describe las vidas, móviles, víctimas y destinos de quienes tras sus rostros delicados e inocentes y sus frágiles figuras, ocultaron las mentes homicidas más despiadadas.



Primer libro de este género que leo. Me gustó bastante. Muchas veces sentía que estaba leyendo ficción porque no podía creer que las cosas contadas en este libro fueran verdad pero realmente lo son y algunas muy desalmadas y aterradoras. 

Antes de comenzar a contar la vida de las 50 asesinas que recopila este libro de investigación, son divididas en nueve puntos el tipo de asesinas que fueron. Y déjenme decirles que los ángeles de la muerte son de las que más impresión me dieron. Todas estas asesinas que integran el libro son frías, calculadoras y sencillamente no les importa matar, porque sienten placer al hacerlo. Leyendo a cada una de ellas me ponía a pensar como podían ser tan malvadas y lo fácil que les resultaba torturar y quitarle la vida a cualquiera. 

A continuación nombrare las asesinas que más impresión me ocasionaron. Amelia Dyer, que asesinó alrededor de 300 bebés. Dagamar Overbye, asesina de niños. Miriam Soulakiotis, una monja despiadada que asesinó a 177 personas. Felicitas Sánchez Aguillón también una desalmada asesina de bebés. Clementine Barnabet, una mulata practicante del vudú que asesino a 17 personas negras, estaba cegada por el fanatismo. Miyuki Ishikawa, una mujer japonesa que dejó morir alrededor de 100 niños por falta de cuidados. Delfina González Valenzuela, una mexicana que junto a sus hermanas instaló varios burdeles y secuestraba menores de edad para prostituirlas, además de violarlas y ejercer violencia sobre ellas, las mandaba a asesinar cuando no le servían más (una de los peores casos que leí, porque lo peor es que en la actualidad es algo que sigue pasando y nadie hace nada). 

Y seguimos con, Irma Grese, una alemana nazi, una de las más despiadadas, que torturó y asesinó en tres campos de concentración y fue ejecutada a sus 22 años. Y por último, Juana Barraza Samperio, otra mexicana que luego de ser luchadora se dedicó a asesinar a un montón de ancianas sin piedad para robarles lo que fuera que encontrara en sus casas.

Muchas de las 50 asesinas de las que podemos leer en este libro fueron condenadas a la pena de muerte, otras fueron a la cárcel de por vida, otras solo cumplieron una pequeña sentencia, y alguna que otra nunca pudo ser atrapada. Aún así en la mayoría de los casos se hizo justicia.

Por último una de las cosas que me gustó que acompañara la vida de estas asesinas fue que el autor antes de pasar a relatar sus vidas, contaba un poco de la historia de cada ciudad o país donde vivieron así que esto te hacía imaginarte bastante bien como eran las cosas en aquellas épocas. 

Calificación: 3,5/5

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